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El Viaje - Última Parte *** The Journey - Last Part

Hola gente!

El mundo parecía encogerse ante mis ojos y caer en un abismo como hacia la izquierda y luego hacia la derecha; poco a poco todo parecía entretejerse en una lejanía tan ajena y esotérica que ya ni sabía si de verdad había estado por esas tierras, si el carro era rojo y si yo ahí sentado entre tornillos, cables y herramientas tenía a mi lado un tal señor que decía reparar los cables que colgaban sobre los postes a ambos lados. Tampoco podía creer en esos rótulos con distancias y destinos que lejos de llegar se perdían en el horizonte. Todo se hacía pequeño y atrás quedaba lo que debía estar adelante, el viento soplaba al revés, las sombras estaban invertidas y todo cuanto mis ojos podían abarcar se hacía añicos en el barril sin fondo del tiempo hasta desaparecer. Todo eso pasa cuando se viaja dándole la espalda al destino. 

- ¡Gracias señor! Buenas tardes.
- ¡Buen viaje amigo, mucha suerte cruzando la frontera! La necesitará.

Pensé que se refería a los tramitadores, o como decimos por acá, los gavilanes. Pero luego me entró la duda, quizás pensó que querría cruzar de ilegal. Lo que haya pensado se lo agradecí. Estaba un poco ansioso para ser honesto, pues finalmente me encontraba a solo 20 kms de la frontera con Costa Rica. Atrás quedaron casi 3000 kms de una tierra que llora con sangre, de risa y de dolor, y muchos otros kilómetros de otras tierras que nos aman, olvidan, añoran, admiran y explotan. Pareciera un terno conflicto.

En todo caso, mientras esperaba con mi pulgar al aire por mi mente caían imágenes como cataratas, ojalá hubiera sido solo agua, pero caía de todo. El verano occidental, el otoño báltico, el invierno balcánico, la primavera turca y así, en desorden, o tal vez en un orden algo molesto. Nombres, comidas, olores, paisajes, lenguas raras, pero sobre todo la gente, la gente. Y todo se volvía tan irreal, hasta efímero. Quizás la memoria fresca es como el vino, con el tiempo sabrá mejor. 

Estaba tan ensimismado con esos pensamientos que sin darme cuenta había bajado de un camión, caminado y cruzado la frontera. Los trámites engorrosos se volvieron ligeros y finalmente, luego de 15 meses estaba caminando en un lugar conocido. Rápidamente conseguí un aventón hasta la cruz y de ahí otro camionero me llevó hasta San José. Yo quería llegar de día, y pensar y sentir lo que era regresar, pero la noche y el agotamiento se me adelantaron, y no pensé ni sentí nada. En todo caso me he dado cuenta que regresar ha sido más viaje que el viaje, y que esto apenas va a comenzar. Y como dice el título de este blog, este viaje se trata de encontrar lo que yace al otro lado del lente...

Saludos!

Pedro.

**********

Hello people!

The world seemed to shrink upon my eyes and to fall into an abyss a bit to the left and a bit to the right. Everything seemed to be interconnected far in a distance so strange and esoteric that I didn't even know if I had really been through those lands, if the car was red and if I was sitting there among screws, cables and tools while a guy next to me was saying he fixes the wires hanging on the poles at our sides. I couldn't believe in those signs with distances and destinations that far from arriving were getting lost in the horizon. Everything became small and behind was left what should be ahead, the wind was blowing the other way around, the shadows were reversed and all that my eyes could cover was shattered in the bottomless pit of time until disappearing. All this happens when you travel giving the back to your destination.

- Thank you sir! Good afternoon.
- Have a nice trip my friend, good luck crossing the border! You will need it.

I thought he was talking about those people who do paperwork for you, or as we call them here, gavilanes. But then I doubted, perhaps he thought I would cross over illegally. Whatever he thought I was grateful. Anyway, I was a little anxious to be honest since I was finally just 20 kms from the border with Costa Rica. Behind there were nearly 3000 kms of a land that blood-cries out of laughter and pain, and many kilometers of other lands that love us, forget us, long for us, admire us and explode us. An eternal conflict it seems.

Anyway, while I was waiting with my thumb on the air images fell in my mind like waterfalls, I wished it was just water, but all sorts of things fell. I remembered the Western summer, the Baltic autumn,  the Balkan winter and the Turkish spring and so on. Not in order, or perhaps in an order somewhat annoying. Names, food, smells, landscapes, rare languages, but mostly people, people. And everything became so unreal, even ephemeral. Perhaps fresh memory is like wine, it tastes better with time.

I was so absorbed with these thoughts that I had gotten off from a truck, walked and crossed the border without realizing it. The awkward paperwork became easy and finally, after 15 months, I was walking in a familiar place. I quickly got a ride to La Cruz and then another truck driver took me to San Jose. I wanted to arrive during the day, and to think and feel what it is to be back, but the night and exhaustion overtook me, and I did not think or feel anything. In any case, I have noticed that returning has been more of a journey than the journey itself, and this is just the beginning. And as the title of this blog says (in Spanish), this journey is about finding what lies at the other side of the lens ...

Greetings!

Pedro.

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