Hola gente,
Hace mucho tiempo que no escribo por acá, así que aquí tienen una pequeña actualización:
Volví a Costa Rica en noviembre del 2011, terminé mis estudios mientras trabajaba como profesor de inglés en San José, luego Nosara y finalmente en Moscú donde viví por 8 meses más o menos.
Vivir en Moscú fue una experiencia fuerte, completemente diferente a viajar pues ser un inmigrante no es lo mismo que ser un invitado. Sin embargo, estoy agradecido, conocí gente maravillosa, hospitalaria, y amigable. Igualmente crecí como ser humano. Quizás el cambio mas notorio es que me volví extremadamente sincero conmigo mismo, y esto significó una bomba de tiempo para Moscú. Es decir, lo que de Moscú aprendí, de Moscú me alejó.
Renuncié a un buen trabajo, a una vida segura y después de todo bastante cómoda. Renuncié a la posibilidad de acumular dinero trabajando holgadamente, renuncié al desarrollo profesional, a un CV respetable.En pocas palabras renuncié a mis metas por que conforme me acercaba a ellas me di cuenta que habían perdido valor. Y para ese entonces Moscú había hecho lo suyo en mi, ya no había espacio para excusas ni para postergar. Era ahí y ya. El 28 de abril, así lo puse en el papel y así fue - rumbo a Mongolia.
Desde ese día, el tiempo se ha convertido en lo que solía ser. No ese tic-tac impertinente que delimita la existencia, sino más bien un amante de la distancia, de la luna y el sol, del viento y la lluvia. Es como un hilo que une los eventos a su antojo, a veces bien juntos, a veces distantes, a veces sobrepuestos. Y bueno, siendo un hilo no es nada raro que se enrede, se quiebre, se anude, se divida y hasta que se lo lleve el viento, ¿por que no?
¿Así que hoy es 21 de mayo? Tres semanas de viaje nada más? Ya estoy en Yekaterinburg, es la mitad de la primera parte de mi viaje, llegar a Mongolia. Luego toca encontrar la forma de volver, eso todavía no lo sé. Si se puede ir, se puede volver.
He descubierto que Rusia es un lugar misterioso y estoy seguro que hay mucho más por descubrir, pero no es fácil de hallar. Y muy a pesar de todo, a veces se revela de formas inesperadas y con una naturalidad mágica.
Voy paso a paso (шаг за шагом). Creo que de ahora en adelante lo que me espera es una interacción más y más intensa conforme me sumergo en el este. No se que contarles en detalle, ya saben, siempre estoy rodeado de gente maravillosa, hospitalaria y generosa.
Bueno, para no dejarlos con el clavo, les voy a contar dos historias:
Voronezh: Me dirigo a Saratov por auostop y la policía me detiene bajo sospecha justificada de ser un bicho raro. Me hacen tocar la guitarra en media autopista y luego tomar asiento en un cuarto donde me espera un militar con mirada penetrante. El tipo me empieza a interrogar en ruso (su rostro serio me confunde por que las preguntas me parecen chistosas, o será que no entendí la táctica?). Y me pregunta: -¿ud escribe? - yo le contesto inocentemente que si. -mmm, ¿y tiene cámara? - sigo contestando inocentemente. De pronto frunce el ceño y me hace una pregunta extremadamente complicada para mi pobre nivel de ruso - ¿Y usted que opina de la situación en Ucrania? - seguido de otras preguntas aun más complicadas que no entendí. El ambiente se pone tenso y finamente me pregunta - pero cómo es que usted aprendió ruso? - y entonces me saco mi AS bajo la manga - A no pues yo hablo así, sin gramática y sin palabras. El militar sonríe, me da la mano y me desea un buen viaje y chan chan! Soy libre otra vez!
Chelyabinsk: Dicen que es la ciudad más seria de Rusia, con gente que le ha tocado llevar palo en la vida, acá sonrisas no hay en la calle me dijeron. Es cierto, cuando llegué casi me arman bronca porqué accidentalmente golpeé a alguien con mi mochila. En muchas ciudades se sientes los ojos curiosos de la gente que me mira, pero en Chelyabinsk no. Ese día Ufa estaba a +30 C, Chelyabinsk a +5 C. Ese día brillaba el sol en muchas partes, pero en Chelyabinsk llovía y soplaba el viento. La vida es dura, sin embargo, de alguna manera mística, Chelyabinsk mostró su lado amable. Es una coraza, pero si se abre, es sincera. La gente que por alguna razón me ayudó, me sonrió y me dio la mano, me dio ride o me ofreció hospitalidad lo hizo con extrema sinceridad. Creo que Chelyabinsk representa de alguna manera el carácter de muchos rusos, algo frío e inaccesible por fuera, pero extremadamente cálido en el fondo.
Espero que estén bien, estaré en Yekaterinburg por una semana, trabajando en un hostal. De acá entraré a Siberia y seguiré mi marcha hacia las vastas y solitarias tierras de Mongolia.
Saludos!
--
Pedro Acevedo.
Una vida es un viaje. Cualquier lugar, cualesquiera personas, todos encuentros son diversiones, un aprendizaje constante, y tu mente es lo que te hace dar cuenta de lo que sucede. Te envidio por ser por la carretera, te amo por ser espiritu libre, y por fin espero el momento en que nuestros caminos sean iguales al mismo tiempo. Los problemas y aburramientos son necesarios y inevitable, andale guey, enseñanos que todo es posible con un corazón abierto y sin miedo. Hay que despertar la suerte y echarle ganas en cumplir sus sueños.
ResponderEliminarAnthony, viajero solitario
Hola Anton!!! Muchas gracias por el mensaje! Yo tambien espero que nuestros caminos se junten pronto. Un fuerte abrazo! Como va todo en Francia? Saludos!
EliminarEsa entrada a Mongolia esta apenas para ser publicada. Definitivamente lo que dan son ganas de leer más! Seguí contandonos más. Un abrazo gigante lleno de calor para las siberias y las mongolias!
ResponderEliminarHola Grace!!! Muchas gracias! Me alegro que te gustara la lectura, voy a publicar mas, aunque lento por que voy lento jejeje. Abrazos!!!
Eliminar