Ir al contenido principal

La inocencia de empezar

Que inocencia es esa de empezar. Aunque sea la duodécima vez que empiece, el intento necio, casi mecánico, involuntario, adolorido y empolvado. Casi terco. Que inocencia empezar y volver a empezar a sabiendas de que el camino está lleno de vicisitudes. Que inocencia y que fortuna, apreciar lo que tomaba por sentado. Esas pequeñeces de la vida, tan diminutas y sutiles, que sin ellas la vida no es vida, pero sólo cuando nos faltan las percibimos. Porque sólo después de las angustias, entendemos que es importante…

… comer sentado, un plato caliente, con cubiertos, o con palillos, o con tortilla pero no con la mano pelada. Comer con calma, por amor y en compañía; comer sentado y no de cuclillas; no a la carrera y en el polvazal. Que comer es un momento mágico y quizás la forma más explícita de expresar amor.

…bañarse como si fuera un ritual sagrado. Primero quitarse esa ropa sucia y maltrecha. Luego sentir el primer chorro de agua desaplomarse sobre nuestra cabeza y así, sentir como se va empapando todo nuestro cuerpo y como se desvanece nuestra angustia con el correr del agua. Bañarse con calma, sentirse renovado y luego secarse lentamente. Sentir el aroma a limpio y disfrutar la sensación. Lavarse los dientes, sentir que se nos hace grande la boca con cada cepillada. Disfrutar de nuestra desnudez.  

…dormir bajo un techo, en algo suave, quizás sobre una cama, con sábanas limpias; el aroma del buen dormir. Sentir cada músculo relajarse gradualmente y sucumbir al sueño. Despertar en paz, armonía, sentir nuestras extremidades, abrir los dedos de las manos y los pies, flexionar las rodillas y saber dónde se está. 

Sólo después de las angustias entendemos que cuando nos falta alguno de esos rituales por un tiempo, los otros problemas no eran problemas después de todo. De pronto un rayito de sol luego de meses de oscuridad es una alegría; un pan viejo un manjar y una sonrisa desconocida un afecto querido.

Será lo que será, que los pies y el corazón carecen de raciocinio, pero como me mueven…  


--
Pedro Acevedo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

The Three Most

50mm, to show you the world as humans see it. With its arabesque and grotesque, With its abundance and scarcity, As it outrageously unveils us. A guitar, to sing out my joy and tears, To gather and fall apart, To ease my pain and to exacerbate my soul To remind me of what it feels... And a beret, a beret... To never forget where I came from, To never surrender in conquering the highest; In overcoming the lowest; in showing you What the world is made of... Pedro A. - 2010

A Mongolia!

Hola gente, Hace mucho tiempo que no escribo por acá, así que aquí tienen una pequeña actualización: Volví a Costa Rica en noviembre del 2011, terminé mis estudios mientras trabajaba como profesor de inglés en San José, luego Nosara y finalmente en Moscú donde viví por 8 meses más o menos. Vivir en Moscú fue una experiencia fuerte, completemente diferente a viajar pues ser un inmigrante no es lo mismo que ser un invitado. Sin embargo, estoy agradecido, conocí gente maravillosa, hospitalaria, y amigable. Igualmente crecí como ser humano. Quizás el cambio mas notorio es que me volví extremadamente sincero conmigo mismo, y esto significó una bomba de tiempo para Moscú. Es decir, lo que de Moscú aprendí, de Moscú me alejó. Renuncié a un buen trabajo, a una vida segura y después de todo bastante cómoda. Renuncié a la posibilidad de acumular dinero trabajando holgadamente, renuncié al desarrollo profesional, a un CV respetable.En pocas palabras renuncié a mis metas por que...

Moscú

¿Dónde queda Moscú? Bueno todo el mundo sabe dónde está Moscú ¿que clase de pregunta es esa? Mejor dicho ¿qué es Moscú? Eso si que nadie lo sabe. Los mismos rusos dicen simultáneamente это Россия (esto es Rusia) y luego dicen Москва это не Россия (Moscú no es Rusia). Es solo un tonto ejemplo de que tan complejo puede ser entender lo que pasa acá a nivel exterior, y más aún a nivel interno. Moscú es una ciudad gigante, con aparentemente 11 millones de habitantes (parece 20 mínimo) y con una historia cargada de dolores y glorias. Es posible que mi percepción de esta ciudad esté salpicada por el ácido de la rutina y las relaciones interpersonales superficiales. Pero voy a tratar de ser justo, al fin de cuentas he conocido gente fenomenal y generosa y hay aspectos de esta ciudad que son realmente únicos... El metro: Una constante ambivalencia entre amor y odio, el metro es el corazón de Moscú. Palpita a 1 pulso por cada 90 segundos (es decir, en cada estación hay un nuevo tren cada 9...