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El Viaje II Parte

Hola tout le monde!

Buenas y malas noticias desde el último email. Pero vamos en orden cronológico mejor.

Luego de una semanita con Christophe, comiendo y bebiendo sabrosamente, nos dirigimos a Pau. Visité la ciudad por unas pocas horas nada más y luego le pedí a Chris que me dejara en la autopista. Estaba decidido a intentar el "autostop" una vez más a pesar de lo duro que fue la primera vez. En el peaje hacia Toulouse se encontraba un irlandés, cuyo nombre no recuerdo, en la misma misión. Saqué mi papelito que decía "Toulouse" y 10 minutos más tarde se detuvo un auto. Era para mi. El cabrón manejaba muy rápido y de hecho tuve un poco de miedo, pero llegué sano y salvo a mi destino.

En Toulouse me la tiré rico comiendo y bebiendo a mi satisfacción. Dos días después pedí ride nuevamente en dirección a Carcassonne, igual, con muy buena suerte. Pernocté en el Albergue Juvenil ubicado en el centro de la fortaleza (impresionante). El lugar era muy agradable y hasta tenía un bar, justo lo que necesita un viajero. Además hice amistad con la bartender quien es pintora. Fue una noche memorable.

Al día siguiente volví a hacer autostop, mi meta sería Nimes. Fue un poco difícil pero la verdad me acompañó la buena suerte. En total me dieron ride 6 personas diferentes. 10kms por acá, 20 kms por allá y así. De hecho, una de las personas que me recogió era Yasmine Laghribi, cantante y bajista de Jazz, excelente persona! Luego del quinto carro me encontraba apenas en Béziers y para llegar a Nimes todavía me faltaba 134 Kms. Seguí intentando pero se me hacía tarde y no conseguía nada. Por ahí, caminando por la D612, me encontré un rotulo a mi altura que decía "Montpellier 74 Kms". Así que pensé, quizás si soy más creativo se detenga un carro más pronto. Entonces con la mano izquierda señalé Montpellier y con la derecha hice el conocido gesto de pedir ride, siempre con una sonrisa de oreja a oreja. En pocos minutos me recogió una pareja. Rohan de Sri Lanka y su esposa, Penélope de Francia. En el trayecto conversamos de temas varios pero principalmente de Sri Lanka y Costa Rica. Estaban fascinados por haber recogido a un tico en medio de una carretera francesa. Su hospitalidad rebasó todas mis expectativas. Me ofrecieron su hogar, comida, whisky, y al día siguiente un emparedado, agua y me dejaron en la autopista para continuar mi trayecto. Estaba impresionado con el buen gesto.

Otra vez me encontraba en la autopista, con mi pequeño rótulo que decía esta vez "Nimes". Ya había acordado verme con María y Margot a través de la comunidad "CouchSurfing". Me trataron genial, fuimos a varias fiestas y hasta les hice una sesión de fotos. Hablé un poco de francés, el cual no mejoraba con la práctica sino con las copas. Fue muy divertido de hecho.

Al cabo de dos días me dirigí a Marsella. Sin embargo, esta vez tomé el tren, ya que una lesión en el hombro izquierdo me estaba molestando mucho. No quería cargar la mochila por horas en la autopista. Llegué a Marsella a las 11pm, pues por la huelga en Francia (pretenden aumentar la edad del retiro de los 65 a los 67 años) sólo había un tren. Busqué un lugar para dormir hasta casi las 3am sin éxito. Me devolvía la estación de trenes y me senté a esperar el amanecer. Sin embargo, entre las 4:40am y 5:10am me di por vencido ante el cansancio y, para mi mala fortuna, cuando abrí los ojos sólo tenía mi mochila grande. Algún desgraciado había tomado mi salveque de mano el cual, entre otras cosas, contenía mi cámara, la portátil, casi 20 mil fotos y las traducciones de los últimos 3 años. No se por qué, la noche anterior, guardé el respaldo en el mismo estuche de la cámara. Antes de esa noche, el respaldo estuvo siempre en la mochila grande, actualizado y a salvo. "C'est la vie".

Puse la denuncia en la delegación policial más cercana donde me trataron como un culo. La policía acá me recordó a los personajes romanos de Asterix y Obelix; brutos y monolingues. Ese día, buscando un lugar para dormir, conocí a Joanna, quien me ofreció su hogar para dormir. También es usuaria de "CouchSurfing". Posteriormente intenté hacer autostop pero fue imposible. De hecho, con excepción de Joanna, sentí en Marsella un egoísmo comunal nunca antes visto.

Todavía resentido por el último acontecimiento, decidí no joderme más y tomar el tren sin pagar en dirección a Nice. Allí  la pasé tranquilo y aproveche para más o menos planear las siguientes semanas de viaje.  Un par de días después me fui para Menton, atravesé la frontera caminando y en Italia pedí ride hacia Ventimiglia donde luego tome un tren hacia Pisa. Ahí me vi con Alex. Recordamos nuestras peripecias en el Darién y las aventurillas que vivimos en Medellín junto con Juan mientras escuchábamos ballenatos. Fue muy divertido.

Y bueno, eso es todo básicamente. Un mes muy cargado. El próximo miércoles voy a estar en Turquía que de seguro es un mundo diferente.

Ya saben, si me quieren contar alguna anécdota, historia, chiste o chisme (preferiblemente =) ), no duden en hacerlo.

Hasta pronto!

Ciao,

Pedro.

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