Ayer, 24 de  abril, se celebró el centenario del Genocidio Armenio y yo por mi parte celebro  apenas 4 años de saber que eso pasó. En la escuela no lo vimos, en el cole  menos. Y peor aún, cuando llevé historia en la universidad tampoco se tocó el  tema. Vaya vacío, que nadie hablara del primer genocidio del siglo XX. ¿Es  normal? Que sepamos tanto de Mesopotamia, tan lejana en el tiempo, y tan poco  de Armenia, tan presente y relevante.   Y es que  luego tuve la dicha de ir a Turquía y de ahí a Georgia y nadie me dijo nada  tampoco. En realidad empecé a descubrir mi ignorancia conforme descubría el  país mismo.         Recuerdo  como si fuera ayer el primer pie que puse en Armenia. La frontera estaba vacía,  la gente curiosa pero reservada. Era yo el único extranjero que buscaba el sur.  Una vez completado el trámite rutinario, me encontré completamente sólo,  caminando por una carretera angosta. A mis espaladas se encogía una planicie  (se encogía porque yo me alejaba, y lo que que...
Los viajes que son un ride