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Cinco Segundos

Ahí va el tranvía otra vez, el 32. ¿Recuerdan que les había contado de un tranvía? Pero eso fue en otro lado, lejísimos de acá. Creo que no hay línea que conecte estas dos estaciones.  Pues sí, ahí va el tranvía otra vez. Es el mismo, estoy seguro de que es el mismo, solo que a este le falta un "3" en vez del "2" y los nombres de las estaciones son todos diferentes; hasta con otras letras. Aparte de eso, estoy seguro de que es el mismo, el mismo tranvía. Suena "bi-bi-bi" para avisarnos que vamos muy tarde. Suena "bi-bi-bi" para recordarnos que es mejor llegar un poco antes. También el sonido nos avisa que las puertas se van a cerrar (después, cuando alanza cierta velocidad, y pasa por una curva, hace estruendos horripilantes, como si estuvieran matando a un cerdo con un cuchillo). Una vez que las puertas se cierran, no hay vuelta atrás. Quién quedó afuera, quedó afuera. Y los que quedamos adentro no tenemos otro destino que esperar hast
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El Rostro

  Hoy le tocó ver el rostro de la angustia frente al mar negro. Su mirada estaba vacía, pues todo lo que llenó sus ojos alguna vez se había perdido en la inmensidad del mar. Y como si fuera poco, un viejo que venía en el vagón se volvió hacia él. "¿Usted conoce el rostro de la desgracia?"  - Le preguntó, con una mirada inquisidora y como quién sabía exactamente lo que estaba pensando. "Claramente que por el de la privación no le tengo que  preguntar pues con sólo ver esas fisuras faciales que se le entrevén usted está más que enterado". Incómodo, con toda razón, el desgraciado le contestó que no, que no tenía ni idea de lo que estaba hablando y de que por favor tuviera la prudencia de no ofenderlo pues él simplemente pretendía dirigirse hasta la siguiente estación en la mayor paz posible.   -- Pedro Acevedo.

Agujas

Estoy sentado en una banca desde donde puedo ver las hojas caer. Sí, es verdad, es noviembre; esa época del año cuando las hojas multicolor se vencen ante la gravedad y bailan hermosamente hasta abrazar el suelo. Aquí estoy sentado, más por pesar que por agrado. A mi izquierda hay una mujer que sobresale entre la multitud, con una sonrisa agraciada y unas pestañas casi tan impresionantes como su ojos. Su boina roja resalta entre la multitud de abrigos negros y se confunde con las hojas otoñales, sus cabellos castaños se asoman tímidamente y acarician sus hermosos pómulos, sus manos tersas apenas se ven entre sus prendas y sus piernas imponentes producen una música sensual con cada paso. A los largo, la luz del sol se abre paso entre las nubes y derrama rayos cálidos sobre todo aquello que se atreve a interrumpir su trayectoria,  el viento, con algo de prisa y algo de calma, agita todo cuanto  puede en su viaje sin retorno, los cuchicheos de temas y lenguas ajenas se mezclan con los pas

Armenia

Ayer, 24 de abril, se celebró el centenario del Genocidio Armenio y yo por mi parte celebro apenas 4 años de saber que eso pasó. En la escuela no lo vimos, en el cole menos. Y peor aún, cuando llevé historia en la universidad tampoco se tocó el tema. Vaya vacío, que nadie hablara del primer genocidio del siglo XX. ¿Es normal? Que sepamos tanto de Mesopotamia, tan lejana en el tiempo, y tan poco de Armenia, tan presente y relevante. Y es que luego tuve la dicha de ir a Turquía y de ahí a Georgia y nadie me dijo nada tampoco. En realidad empecé a descubrir mi ignorancia conforme descubría el país mismo. Recuerdo como si fuera ayer el primer pie que puse en Armenia. La frontera estaba vacía, la gente curiosa pero reservada. Era yo el único extranjero que buscaba el sur. Una vez completado el trámite rutinario, me encontré completamente sólo, caminando por una carretera angosta. A mis espaladas se encogía una planicie (se encogía porque yo me alejaba, y lo que que

La inocencia de empezar

Que inocencia es esa de empezar. Aunque sea la duodécima vez que empiece, el intento necio, casi mecánico, involuntario, adolorido y empolvado. Casi terco. Que inocencia empezar y volver a empezar a sabiendas de que el camino está lleno de vicisitudes. Que inocencia y que fortuna, apreciar lo que tomaba por sentado. Esas pequeñeces de la vida, tan diminutas y sutiles, que sin ellas la vida no es vida, pero sólo cuando nos faltan las percibimos. Porque sólo después de las angustias, entendemos que es importante… … comer sentado, un plato caliente, con cubiertos, o con palillos, o con tortilla pero no con la mano pelada. Comer con calma, por amor y en compañía; comer sentado y no de cuclillas; no a la carrera y en el polvazal. Que comer es un momento mágico y quizás la forma más explícita de expresar amor. …bañarse como si fuera un ritual sagrado. Primero quitarse esa ropa sucia y maltrecha. Luego sentir el primer chorro de agua desaplomarse sobre nuestra cabeza y así, sentir c

Moscú

¿Dónde queda Moscú? Bueno todo el mundo sabe dónde está Moscú ¿que clase de pregunta es esa? Mejor dicho ¿qué es Moscú? Eso si que nadie lo sabe. Los mismos rusos dicen simultáneamente это Россия (esto es Rusia) y luego dicen Москва это не Россия (Moscú no es Rusia). Es solo un tonto ejemplo de que tan complejo puede ser entender lo que pasa acá a nivel exterior, y más aún a nivel interno. Moscú es una ciudad gigante, con aparentemente 11 millones de habitantes (parece 20 mínimo) y con una historia cargada de dolores y glorias. Es posible que mi percepción de esta ciudad esté salpicada por el ácido de la rutina y las relaciones interpersonales superficiales. Pero voy a tratar de ser justo, al fin de cuentas he conocido gente fenomenal y generosa y hay aspectos de esta ciudad que son realmente únicos... El metro: Una constante ambivalencia entre amor y odio, el metro es el corazón de Moscú. Palpita a 1 pulso por cada 90 segundos (es decir, en cada estación hay un nuevo tren cada 9

Es Protocolo

- Педро, переводить пожалуйста. (Pedro, traduzca por favor). ¡Ay! ¿En qué bronca me vine a meter con mis amigos franceses? En esta frontera tan perdida y lejana de todo lo que hayamos visto antes. - Да, конечно (sí, claro). Y yo pensaba ¿Que traduzca? Del ruso a dibujitos mentales, de ahí al español, del español al pachuco y luego del pachuco al inglés pero pasado por francés. Y de feria, el policía que me interpela habla bien ruso pero su lengua materna es otra. Es decir, un reverendo zambrote de idiomas.  - ¿Cuando usted estuvo en Siria, vio actividad militar? ¿Algo así por la guerra? - No que va, si era el 2009, no había guerra. - A bueno ¿Y su papá a que se dedica? Una larga pausa, explicaciones, dibujos, ademanes, una pequeña dramatización y alguna que otra onomatopeya. En vista de lo difícil que sería traducir, ayudé un poco. - Diseñador. - ¿Diseñador? - gritaron todos sorprendidos. - Да, конечно. - ¿Pero que tipo de diseñador? ¿Qué di