Ir al contenido principal

Moscú

¿Dónde queda Moscú? Bueno todo el mundo sabe dónde está Moscú ¿que clase de pregunta es esa? Mejor dicho ¿qué es Moscú? Eso si que nadie lo sabe. Los mismos rusos dicen simultáneamente это Россия (esto es Rusia) y luego dicen Москва это не Россия (Moscú no es Rusia). Es solo un tonto ejemplo de que tan complejo puede ser entender lo que pasa acá a nivel exterior, y más aún a nivel interno. Moscú es una ciudad gigante, con aparentemente 11 millones de habitantes (parece 20 mínimo) y con una historia cargada de dolores y glorias. Es posible que mi percepción de esta ciudad esté salpicada por el ácido de la rutina y las relaciones interpersonales superficiales. Pero voy a tratar de ser justo, al fin de cuentas he conocido gente fenomenal y generosa y hay aspectos de esta ciudad que son realmente únicos...

El metro:

Una constante ambivalencia entre amor y odio, el metro es el corazón de Moscú. Palpita a 1 pulso por cada 90 segundos (es decir, en cada estación hay un nuevo tren cada 90 segundos). Algunas estaciones son auténticos museos, con paredes de mármol, decoraciones de bronce, esplendorosos candelabros y magníficas pinturas. Según la página web del metro, 9 millones de personas lo usan diariamente (lo cual pone en duda que Moscú tenga solo 11 millones de habitantes). Acá les dejo una foto de la estación Kievskaya, una de las más movidas y en la que inevitablemente pasé muchas veces. 



El Kremlin:

Varias veces he dicho que la arquitectura es impresionante pero luego de ver una y otra vez la misma cosa, hasta las reliquias se vuelven insípidas. Sin embargo,por alguna razón, el Kremlin, no dejó de impresionarme. Acá la vista desde el costado sur.



Y por supuesto la pequeña Catedral de San Basilio que se encuentra en la plaza roja:

 

Y lamentablemente no tengo fotos de la plaza roja. Es tan grande que no cabe en el lente.

Crimea, Ucrania, Putin, Pussy Riot, occidente y Madonna:

Estos temas se resumen todos en una palabra: tabú. Estoy seguro que en el sauna ruso se habla, en el carro, en la sala, y en algún bar quizás, pero raramente con un extranjero, raramente con los de afuera. La poca gente que habla del tema son generalmente mis estudiantes adolescentes que sienten un poco de libertad para amar u odiar, y uno que otro descarrilado que, o está muy harto para guardarse la opinión, o muy viejo para cargar máscaras. 
Me parece que la mayoría de la gente apoya la guerra desgraciadamente. Acá la educación es de cierto modo militar; por ejemplo, a los jóvenes les enseñan a armar una kalashnikov y disparar como parte normal de los estudios (aunque no se si esto sea cierto o simplemente un comentario arrogante). Y bueno luego apenas cumplen 18 creo que tienen que hacer servicio militar obligatorio. En la tele, al menos 50% de los canales, a cualquier hora del día, presentan programas relacionados con la guerra, desde documentales hasta noticias pasando por películas. O los muy asquerosos programas de History Channel sobre armas y detonaciones, sí, aunque sean programas gringos, eso sí no causa revuelo. 

Y por supuesto... el Sauna!

Ir a un sauna ruso es todo un ritual, puede ser solitario, en familia, con colegas, en pareja. En un sauna público, en una datcha (casa de campo) o en uno privado. Muchas familias disfrutan construyendo sus propios saunas y lo toman con gran orgullo y pasión. Se dice que quien va al sauna rejuvenece, se purifica y en general es más sano (lo de que la gente que usa el sauna con regularidad es más sana parece que si está demostrado, pero lo de volverse más joven no, aunque yo prefiero creer que si).
Ahora ¿qué diferencia al sauna ruso de otros? Según entiendo son bastante más calientes. Es normal que si la temperatura no llega a 90 C le critiquen con severidad y se sientan decepcionados. Muchas veces noté que agregaban aromas en el agua que utilizan para rociar las piedras del horno (esto se hace para subir la humedad y al mismo tiempo la temperatura). También tienen los muy típicos venik, que son un conjunto de ramas y hojas secas ya sea de abedul, roble o eucalipto. Con estas ramas uno mismo o con la ayuda de alguien se azota todo el cuerpo (teniendo cuidado con la cara y los genitales por supuesto) para empujar olas de calor a la piel y relajar los músculos. Normalmente una sesión de sauna ruso dura 2 horas en las que se entra y sale del calor extremo al frío extremo. Y siempre hay que despedirse con la frase: С лёгким па́ром!

Saludos, 

Pedro Acevedo

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Rostro

  Hoy le tocó ver el rostro de la angustia frente al mar negro. Su mirada estaba vacía, pues todo lo que llenó sus ojos alguna vez se había perdido en la inmensidad del mar. Y como si fuera poco, un viejo que venía en el vagón se volvió hacia él. "¿Usted conoce el rostro de la desgracia?"  - Le preguntó, con una mirada inquisidora y como quién sabía exactamente lo que estaba pensando. "Claramente que por el de la privación no le tengo que  preguntar pues con sólo ver esas fisuras faciales que se le entrevén usted está más que enterado". Incómodo, con toda razón, el desgraciado le contestó que no, que no tenía ni idea de lo que estaba hablando y de que por favor tuviera la prudencia de no ofenderlo pues él simplemente pretendía dirigirse hasta la siguiente estación en la mayor paz posible.   -- Pedro Acevedo.

Cinco Segundos

Ahí va el tranvía otra vez, el 32. ¿Recuerdan que les había contado de un tranvía? Pero eso fue en otro lado, lejísimos de acá. Creo que no hay línea que conecte estas dos estaciones.  Pues sí, ahí va el tranvía otra vez. Es el mismo, estoy seguro de que es el mismo, solo que a este le falta un "3" en vez del "2" y los nombres de las estaciones son todos diferentes; hasta con otras letras. Aparte de eso, estoy seguro de que es el mismo, el mismo tranvía. Suena "bi-bi-bi" para avisarnos que vamos muy tarde. Suena "bi-bi-bi" para recordarnos que es mejor llegar un poco antes. También el sonido nos avisa que las puertas se van a cerrar (después, cuando alanza cierta velocidad, y pasa por una curva, hace estruendos horripilantes, como si estuvieran matando a un cerdo con un cuchillo). Una vez que las puertas se cierran, no hay vuelta atrás. Quién quedó afuera, quedó afuera. Y los que quedamos adentro no tenemos otro destino que esperar hast